miércoles, septiembre 26, 2007

la Ausencia


Pesa, pesa y como pesa, la ausencia de quien puebla nuestra vida de una manera u otra y que ya no está más para compartir momentos que sabemos sólo pasarán una vez, como cada uno de los que vivimos...
Pesa, duele, cuando en las noches nos desvela el frío del puesto vacío a nuestro lado, cuando hace falta el abrazo final que da rienda suelta a los sueños y la caricia alentadora que nos recuerda que el amanecer será dulce y bello y que la soledad finalmente se ha quedado sola...
Pero la presencia interna de quien comparte nuestras metas, alegrías y dolores hace que ese peso, ese dolor sean soportables, que en las noches anhelemos dormirnos pronto para soñar con quien nos hace falta, que en las mañanas nos regocijemos pues un día más que pasa nos acerca un poco al momento del reencuentro...
Esta es la ausencia de quien amamos y nos ama, de quien hemos encontrado y a quien nunca dejaremos ir, por más que los kilómetros nos separen...

3 comentarios:

Gonzalo Del Rosario dijo...

Lo sé, pero lo que más mata es el recuerdo . . . cuando uno empieza a extrañar . . . ahí es jodido.

Anónimo dijo...

Hola, hace unos minutos platique contigo, me caíste muy bien, y prometo visitarte en este tu espacio, que por cierto es muy bello. Que tengas un lindo dia; y un placer.

Atte: El_Abandonado_l_l, Fernando.

Manuel Capella dijo...

te quiero