viernes, octubre 17, 2008

Aburriéndome en el trabajo

He estado sentada por una hora y media ya y no he recibido ninguna llamada, mis colegas sí, por qué será? Y bueno, tenía que aprovechar para escribir un poco ya que hoy me levanté reflexiva...
Se supone que las llamadas le llegan al primero que se "loguea" al sistema, y luego al segundo y así sustantivamente como diría el chavo del ocho, yo fui la tercera, estos "workoholics" llegan como media hora antes creo...No entiendo cómo hacen.
Hoy me costó despertarme pero lo logré. Me gusta ese método de poner el despertador media hora antes y cuando suena ponerle en pausa y así cada cinco minutos, permite tener un tiempo de preparación psicológica antes de abandonar la camita...
La camita, qué cosa tan rica...Es como el agua cuando hace sed, es como el caladril (o como se escriba) en las quemaduras...Y bueno, de ahí depende...Es la sede de muchas cosas de la vida que las palabras no serían suficientes para describir...
Ya quiero ir a fumar...
Acabo de hacer el cálculo matemático (simple, claro, pero yo soy una estúpida para los números)de como tomar mis pausas. 8 horas de trabajo, 2 pausas, la una a las 7h30 y la otra a las 10h...Tal vez hoy la tome a las 12 porque quiero ir a ver un sorteo, jajaja, qué looser...
Bueno, tampoco se trata de postear tanta idiotez que le pasa a uno por la mente en momentos de aburrimiento...

EXPERIENCIA PORTEÑA: Tercera y última entrega

Con la rutina del trabajo, la vida práctica me voy inscribiendo en esta realidad nueva, donde percibo sonidos, olores, sabores, colores diferentes que me inquietan, me llaman, me cautivan a cada instante. La experiencia porteña se transforma así poco a poco en la vida. Una reflexión cotidiana incesante me lleva a abrir los ojos sobre mi propia concepción de la realidad, aquella que me va, que me queda, en la que quepo, en la que me siento bien, en harmonía....
Tuve miedo, lo tengo aún todos los días, y de ese miedo saco retos que voy cumpliendo a medida que vivo y aprendo a vivir sin hacerme tantas preguntas, sin angustiarme demasiado, saltando los charcos de los que hablé en algún otro post con decisión, porque de eso está hecho el presente, porque finalmente pude entender que no tengo otra opción...
Peleo con la ridiculez de haber estado estancada tanto tiempo en mi propia maraña de estupideces, de vanas debilidades, simplemente por no conocerme, por no quererme, por tener miedo de descubrir que había muerto, cuando en realidad en el fondo sólo hacía falta abrir una cortina y ver la luz....
Gano la pelea mirando hacia adelante, a veces hasta llorando por la emoción de saber que puedo construir mi futuro, que lo que no puedo modificar lo modifico en mi interior, porque yo decido como percibo, como asumo la realidad impuesta...Y mirando atrás también quiero llorar, llorar por la emoción, el alivio de haber podido entender que se puede decidir que ya no más, que ya no más muerte en vida...