En tu mirada impasible se escondían ojos de ternura,
Oh, cómo es duro hablar en pasado de tí, felino cariñoso!
Me esperabas cada mañana en mi puerta con ansias de locura,
Y cuando salía me mirabas altivo, maullabas lleno de gozo!
El atún matinal no era lo único que esperabas,
Mas un gesto de cariño que te recuerde que eres grande!
Y qué fácil, gatito hermoso, referirme a tu grandeza en presente
Pues allá, donde sea que te encuentres, seguirás siendo grande,
Y tu recuerdo será una guía para seguir adelante!
TE QUIERO SHAMPOO